Feliz el ambicioso, pues no dudará en arrasar con todo y todos en su camino con tal de alcanzar sus metas. Desgraciado el ambicioso, pues ese afán le dejará sólo”

“Feliz el violento, pues impondrá su voluntad sin necesidad de razón a base de golpes, esté o no en lo cierto. Desgraciado el violento, porque será temido, pero jamás amado”

“Feliz el que no llora, por que nadie le verá flaquear ni mostrar debilidad. Desgraciado el que no llora, pues si la gente no sabe que sufre, no le consolará, y estará sólo en su dolor”

“Bienaventurados los injustos, pues se salen con la suya. Bienaventurados los injustos, pues la justicia les arrebatará lo que con malas artes consiguieron”

“Bienaventurados los crueles, porque hundirán sin piedad a sus enemigos. Desgraciados los crueles, pues con su propia crueldad serán tratados sin esperanza de piedad o misericordia”

“Bienaventurados los impíos, porque no se esclavizan a regla alguna. Desgraciados los impíos, porque ellos mismos se alejan de Dios sin posibilidad de dar marcha atrás”

“Bienaventurados los belicosos y los que siembran cizaña, ellos obtendrán lo que desean con el sufrimiento ajeno. Desgraciados los belicosos y los que siembran cizaña, pues jamás conocerán la Paz, y su propia cizaña crecerá y les ahogará”

“Bienaventurados los que persiguen a los justos, pues sus impíos amos les pagaran gustosos. Desgraciados los que persiguen a los justos, pues la justicia les alcanzará”

“Bienaventurado el que injuria y persigue al creyente, pues se sentirá mejor y uno más en la sociedad. Desgraciado el que injuria y persigue al creyente, pues siente envidia su felicidad en Dios, y como no es capaz de alcanzarla, prefiere destruir la que el creyente tiene”

“Que se alegren y regocijen, porque su vana recompensa terrena, de nada les servirá cuando llegue el reino de Dios, y entonces, desgraciados serán”